jueves, 24 de junio de 2010

Vampira moderna

El mito del vampiro fue algo terrible hasta la llegada de los románticos. Quizá sus orígenes lleguen a la Grecia del Siglo V antes de Cristo. Los niños griegos tenían miedo a estos seres que chupaban la sangre de los infantes; posteriormente el mito llegaría a Roma, donde las mujeres pondrían collares de ajos debajo de las almohadas de sus hijos para que estos vampiros no pudieran lastimarlos.

La idea de que los vampiros necesitan la sangre para mantenerse vivos responde a una prohibición de Dios de beber sangre “pues en ella esta la vida” según el Pentateuco. Este mito resulta interesante, sin embargo, en la actualidad me parece existen otro tipo de vampiros mas peligrosos; aquellos que no beben directamente nuestra sangre sino que secan el alma.

De el centro de Europa, en lo más profundo de Bohemia una mujer de terribles ojos y crules acciones nacería dando vida a una nueva era de vampiros modernos. La única felicidad que encontraba era en sus crímenes. En lo más intimo de los bares occidentales comenzaba el prólogo y fin de sus fechorías.

En esta ocasión encontró a un hombre en un bar de Moscú. Pavla fijo sus bellos ojos verdes sobre aquel hombre de facciones diferentes a los hombres que antes había consumado sus almas. Estaba tan emocionada por el joven que acercándose pregunto su nombre, el hombre miro sus ojos quedando completamente enamorado.

-Yo quiero saber primero tu nombre. Después diré que mi nombre es Andrej.

Llegaron las risas y al momento Pavla dijo su nombre. Andrej claramente se dio cuenta de que su acento la distinguía de todos en el bar; la lingüística marcaba las diferencias bajo las nubes de humo de cigarro. Pavla tenia una ansiedad por la ciudad así que Andrej averiguando sus pensamientos más inocentes y negando los terribles dijo:

-Vamos hoy mismo a conocer los lugares más ocultos de la mejor ciudad del mundo.

Pavla lo miro con una sonrisa despiadada segura de lo que conseguiría, eso la haría tan feliz. Pasaron los días en total alegría y amor para ellos. Al final de su estancia Pavla se dio cuenta de que estaba embarazada lo que causo una terrible pasión en su corazón. La última noche bebieron mucho y Andrej pensaba viajar con ella al centro de Bohemia para seguir prolongando el amor y la alegría por más tiempo pero, Pavla tenía en mente una felicidad mucho mejor para ella. Pavla respiro el ultimo vaho de Andrej después de dejar una nota que decía:

Cometimos un error; estoy embarazada y viajaré a un país que no conoces donde abortare a este niño que ninguno de los dos quiere. Siempre seguirás siendo mi amigo de Moscú.

No quiero que estés triste. Pavla.

Después de 8 meses Pavla se encontraba en España recordando con tristeza a su amigo de Moscú. Lo último que supo de Andrej es que se volvió completamente loco pero, Pavla sentía grandes alegrías por todos esos sentimientos encontrados. Al instante nuestro vampiro moderno levantó los ojos y vio a un hombre llamado Carlos entrar a una bar. Pavla lo vio, sonrió y entró al bar con sus terribles ojos verdes puesto en él sabiendo que comenzaría un nuevo sentimiento.

martes, 22 de junio de 2010

Una Sampere


El artista ha de imitar los detalles de la naturaleza religiosamente y con fidelidad extrema. Por ejemplo, en lo que se refiere a la estructura ósea de un animal, a la disposición de sus tendones y músculos, no puede proceder arbitrariamente, porque el animal representado perdería entonces su carácter peculiar; esto podría llamarse destruir la naturaleza. Sin embargo, en las regiones superiores de la creación artística, donde lo natural se convierte verdaderamente en una obra de arte, el artista puede jugar en un juego más libre, y si es posible llegar hasta la ficción, como ha hecho Una Sampere en este cuadro con sus mariposas distintas. Y es que el artista está respecto a la naturaleza en una doble relación: es a la vez Sampere señora y su esclava. Es su esclava por cuanto ha de usar elementos naturales para causar una emoción y ser comprendida; y su señora cuando somete a estos medios naturales a sus intenciones superiores y los hace sumisos a su voluntad.

Sin lugar a dudas Sampere quiere hablar al mundo por medio de un todo, pero este todo no lo encuentra en la naturaleza, sino que es el fruto de su propio espíritu, o si así lo prefieren, del soplo de un espíritu divino. Una imagen tan hermosa no se ha visto nunca en ella, como tampoco se ha visto un paisaje de Poussin o de Claude Lorrain, que nos parecen tan naturales, pero que los buscaríamos en vano en la naturaleza. ¿Quién diría que la pintura original del indio Marcos generará tan bellas manifestaciones del arte?