jueves, 19 de agosto de 2010

Infidelidad


Ella se sentía triste a causa de su trabajo. No había podido recibir dinero para realizar un viaje, su amante conocía de su tristeza pero él estaba contento por el control ejercido sobre su alma. En las noches seguía sus bajos instintos en completa libertad mientras pensaba y se regocijaba en el alma por tener dos mujeres engañadas.

Una terrible alegría invadía su alma al saberla entrar en su trabajo, triste y apegada a él. Una forma de esclavitud que experimentaba esta mujer; mientras el hombre se reunía con su segunda mujer a la que controlaba con mentiras como siempre lo había hecho con las mujeres. Al salir del trabajo la mujer pensaba en esa obligación agradable para ella, de dormir con su amante mentiroso. El hombre experimentaba y practicaba con ellas las mismas cosas y disfrutaba las mínimas diferencias entre una y otra de ellas.

Las mujeres odian a los hombres que las aman de verdad, pero aman a los hombres que sólo están con ellas por sexo, sin la mas minima caricia de amor. Existe un hombre que amaba a Gisela pero este caballero se encontraba donde la mujer engañada quería que estuviera; fuera de su vida para siempre.

Aquella noche Lorenzo le llamo por teléfono para
planear con ella un viaje a Portugal; las palabras de Gisela fueron las que alejaron definitivamente para siempre al único hombre que pudo amarla.

-Gisela habla Lorenzo.

-Hola Lorenzo ¿cómo estas? - ella ya pensaba lastimarlo.

-Bien, ¿tú cómo estás? ¿qué has hecho?

La conversación prosiguió; ella le dijo que vivía con un hombre con el que se casaría ¿En ese momento Gisela se hubiese dado cuenta que el hombre con el que vivía la engañaba? Seguramente no.

. A lo largo del año Lorenzo junto dinero para pasar dos meses en Polonia con Gisela pero al final Lorenzo viajo con su amiga mas querida a Paris, poco a poco observaba a su amiga en una ciudad hermosa lo que le daba un aire de belleza tan grande que Lorenzo olvidaba a Gisela por momentos. Para él era mejor estar con su mejor amiga en Francia que con Gisela en Polonia.


Por el otro lado Gisela estaba con un hombre lujurioso y perverso que con mentiras se había acostado con ella. Esclava sexual de ese hombre; como la otra mujer engañada, al final o quizá nunca se darían cuenta de la verdad. Porque había amado el odio este había llegado a su vida; mientras Lorenzo, porque había amado al amor este llegaba a su vida en la ciudad mas bonita de Europa. Bajo la luna creciente de Paris… ¿Quién nos dirá las cosas que pensaría Gisela al darse cuenta de la verdad?